viernes, 5 de abril de 2019

Entre las risas y Shakespeare




¿Quién necesita una media naranja? Hay quienes encuentran la felicidad en un opuesto complementario. Como la máscara de la tragedia que  junto a la de la comedia se unen para formar una pareja ideal.


James Murray (52) y Belén Caccia (43), director y actriz, conviven entre las plumas y las dagas mientras comparten la crianza de su pequeño hijo Oliver (3) asegurando que para él, " acompañarnos a un ensayo es como para el hijo de otra persona ir a una oficina".
James es alto, de ascendencia irlandesa-escocesa y si bien ha dirigido éxitos indiscutibles como RENT (C.C. Kónex) y el ya mitológico Jazz, Swing, Tap (Prod. Alejandro Romay) se ha destacado a lo largo de su carrera por su relación con el teatro Shakesperiano dirigiendo durante el año pasado obras a sala llena como Macbeth en Av. Corrientes o La Tempestad en el Complejo Teatral de Buenos Aires.
Belén es bajita, de ascendencia italiana,  y es reconocida como uno de los referentes actuales de la comedia en Latinoamérica, habiendo creado el legendario  espectáculo Damas de Humor, y siendo seleccionada para  representar doce veces a la
Argentina en festivales de teatro de humor nacionales e internacionales.
Murray está a punto de estrenar una puesta de Romeo y Julieta en el teatro Metropolitan con producción de Gabriel García (Priscila, El Hombre Elefante, Yiya) mientras Caccia presenta cada martes a las 21h un teatro de revistas de su autoría y dirección nada menos que en el Teatro Maipo Kabaret .
Una pareja despareja que comparte la pasión por el teatro
y la energía de quien ama su trabajo.
"Nunca tuve la duda de si sirvo o no para esto, realmente no se me hubiera ocurrido dedicarme a otra cosa" asegura Murray sin titubeos. Sus padres se conocieron a los cinco años en una clase de danza.

Belén confiesa que "Cuando era chica me quedaba a dormir en casa de mis primos y les contaba historias cómicas a través de personajes antes de ir a dormir, es algo innato en mi, nadie que me haya conocido en mi infancia se sorprende de saber que me dedico a la comedia".
Esta pareja de agua y aceite demuestran que no es necesario que la materia se mezcle porque pueden convivir en perfecta armonía.  Si bien Murray asegura que Shakespeare tiene una gran cuota de humor, no solo en sus comedias, y Belén se ha formado también en teatro clásico, tienen muy claro su lugar en el mundo teatral y afirman renovar sus votos en
cada escenario en el que trabajan.
"No conocemos el límite entre el trabajo y la vida personal porque nuestro trabajo es nuestra pasión absoluta. En casa se está pensando en teatro todo el tiempo de un modo u otro y es nuestro modo de vida" confiesa Belén mientras James agrega que "Nos conocemos tanto con Belén que podemos ver un hecho artístico por separado y saber exactamente cuál será la reacción del otro al verlo".
Esta historia de amor que comienza con una alumna de actuación enamorada de su maestro, se ha transformado en un matrimonio que desde hace trece años genera propuestas teatrales potenciándose entre sí, aunque no compartan el escenario.
Pronta a publicar su libro "Hablar en público, cuando el mundo es un escenario" (un titulo claramente inspirado en la obra del Bardo) esta actriz enamorada describe al teatro como una droga que estimula su convivencia.
"No sé si alguien sin esta adicción al teatro podría entender nuestra pareja. Lo bueno es que es una droga que podemos generar cuando queremos  y no tiene efectos colaterales"

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Gracias a www.tendenciasescenicas.com por tan linda nota.

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