miércoles, 8 de enero de 2020

¿Quién eres?


Hablemos del personaje ¿Te gusta quién eres?
No terminas de aceptarte y ni siquiera te conoces totalmente.

¿Quién eres? No me digas tu nombre, ni lo que haces o hiciste, ni tus sueños, ni lo que sabes o lo que estudias. … ¿Sabes quién eres realmente?

Lo creas o no, la mayoría de la gente ante esta pregunta me responde: “soy abogado” o “estudio ingeniería” ¿y? si mañana cierran la universidad o  por algún motivo ya no puedes ejercer tu profesión ¿entonces pasarías a ser nadie?
En realidad, ser lo que haces es ser alguien incompleto. Lo que hacemos incide directamente en lo que somos, es verdad, pero somos mucho más que eso.
Somos una conjunción de lo que nacimos hechos, nuestras vivencias, nuestra formación, nuestros deseos, nuestros sueños, nuestros aciertos y nuestros desaciertos también pero especialmente, de lo que hagamos con ellos.

No podemos culpar al destino, a nuestra historia ni a la naturaleza de toda nuestra realidad actual. No podemos esperar que nuestra vida cambie por obra y gracia de cuestiones externas eternamente.
Uno puede torcer el destino.

Dando un paso quizá no llegues al lugar donde esperabas llegar, pero seguramente te moverás de donde estabas y eso ya será parte del cambio.

Mírate, escúchate, imagínate, piénsate, hay algo de todo eso que puedes cambiar, pero sobre todo, y antes de cambiarlo, fíjate si no hay algo de todo eso a lo que puedas amar y disfrutar tal cual está.
Pequeños planes y metas a alcanzar, pueden darte la felicidad que estás esperando para cuando hagas “el gran cambio”.  Fíjate si es necesario realmente ese “gran cambio” o si no es una excusa para no hacer el esfuerzo cotidiano que requiere el buscar la felicidad en el día a día.  No es gratis, pero vale la pena. Una cosa lleva a la otra.

Es como si no te gustara tu casa, puedes pensar en mudarte, claro. Pero qué pasaría si hicieras una gran limpieza, y de a poco cambiaras los muebles, o el color de la pared, o agrandaras las ventanas para que entre más luz, o construyeras una nueva habitación en la planta superior etc. etc.  Quizá ya no desees mudarte, o quizá seas mucho más feliz durante el tiempo que pase hasta que puedas hacerlo.

Buscar la felicidad en cada momento, en cada cosa, en cada oportunidad. Buscar lo bueno que tienes hoy, lo bueno que eres, lo bueno que estás dispuesto a ser.
Para que cuando alguien te pregunte quién eres, respondas tu nombre, con orgullo y seguridad, porque sabrás que tu nombre contiene todo eso que eres, que realmente eres. Plenamente y en constante movimiento hacia una vida mejor.

Belén Caccia




www.belencaccia.com








No hay comentarios:

Publicar un comentario