Hablemos del personaje ¿Te gusta quién eres?
No terminas de aceptarte y ni siquiera te conoces
totalmente.
¿Quién eres? No me digas tu nombre, ni lo que haces
o hiciste, ni tus sueños, ni lo que sabes o lo que estudias. … ¿Sabes quién eres realmente?
Lo creas o no, la mayoría de la gente ante esta pregunta
me responde: “soy abogado” o “estudio ingeniería” ¿y? si mañana cierran la universidad
o por algún motivo ya no puedes ejercer
tu profesión ¿entonces pasarías a ser nadie?
En realidad, ser lo que
haces es ser alguien incompleto. Lo que hacemos incide
directamente en lo que somos, es verdad, pero somos mucho más que eso.
Somos una conjunción de lo que nacimos hechos, nuestras
vivencias, nuestra formación, nuestros deseos, nuestros sueños, nuestros
aciertos y nuestros desaciertos también pero especialmente, de lo que hagamos
con ellos.
No podemos culpar al destino, a nuestra historia ni a la
naturaleza de toda nuestra realidad actual. No podemos esperar que nuestra vida
cambie por obra y gracia de cuestiones externas eternamente.
Uno puede torcer el destino.
Dando un paso quizá no llegues al lugar donde esperabas
llegar, pero seguramente te moverás de donde estabas y eso ya será parte del
cambio.
Mírate, escúchate, imagínate, piénsate, hay algo de todo
eso que puedes cambiar, pero sobre todo, y antes de cambiarlo, fíjate si no hay
algo de todo eso a lo que puedas amar y disfrutar tal cual está.
Pequeños planes y metas a alcanzar, pueden darte la
felicidad que estás esperando para cuando hagas “el gran cambio”. Fíjate si es necesario realmente ese “gran
cambio” o si no es una excusa para no hacer el esfuerzo cotidiano que requiere
el buscar la felicidad en el día a día. No es gratis, pero vale la pena. Una cosa
lleva a la otra.
Es como si no te gustara tu casa, puedes pensar en
mudarte, claro. Pero qué pasaría si hicieras una gran limpieza, y de a poco
cambiaras los muebles, o el color de la pared, o agrandaras las ventanas para
que entre más luz, o construyeras una nueva habitación en la planta superior etc.
etc. Quizá ya no desees mudarte, o quizá
seas mucho más feliz durante el tiempo que pase hasta que puedas hacerlo.
Buscar la felicidad en cada momento, en cada cosa, en
cada oportunidad. Buscar lo bueno que tienes hoy, lo bueno que eres, lo bueno
que estás dispuesto a ser.
Para que cuando alguien te pregunte quién eres, respondas
tu nombre, con orgullo y seguridad, porque sabrás que tu nombre contiene todo
eso que eres, que realmente eres. Plenamente y en constante movimiento hacia
una vida mejor.
Belén Caccia
www.belencaccia.com |
Otras publicaciones:
- Cuidados de la voz
- El humor como arma
- Deja tu huella
- La culpa
- Estar solo/a
- ¿Quién eres?
- Entre las risas y Shakespeare (entrevista)
- Una mujer real (entevista)
- Rompiendo estereotipos a carcajadas
- Por qué tomar clases de Teatro ?
- Secretos para hablar en público
- Payasa de alma
- adiós Jerry
- Presentación del libro "Hablar en Público"
Mi redes sociales:
No hay comentarios:
Publicar un comentario